-
SÓCRATES (S): Porque el investigar y el aprender, por consiguiente, no son
en absoluto otra cosa que reminiscencia.
- MENÓN
(M): Sí, Sócrates; pero ¿qué quieres decir con eso de que no aprendemos
sino que lo que llamamos aprendizaje es reminiscencia? ¿Podrías enseñarme que
eso es así?
- S: Ya
antes te dije Menón, que eres astuto, y ahora me preguntas si puedo enseñarte
yo, que afirmo que no hay enseñanza sino recuerdo, para que inmediatamente me
ponga yo en manifiesta contradicción conmigo mismo.
- M: No,
por Zeus, Sócrates, no lo he dicho con esa intención, sino por hábito; ahora
bien, si de algún modo puedes mostrarme que es como dices, muéstramelo.
- S: Pues
no es fácil, y, sin embargo, estoy dispuesto a esforzarme por ti. Pero llámame
de entre esos muchos criados tuyos a uno, al que quieras, para hacértelo
comprender en él.
- M: Muy
bien. Ven aquí.
- S: ¿Es
griego y habla griego?
- M: Por
supuesto que sí y nacido en mi casa.
- S: Pues
fíjate bien en cuál de las dos cosas te parece, si recuerda o aprende de mí.
- M: Así
lo haré.
- S: Dime
entonces, chico, ¿tú sabes que un cuadrado es una figura así? (ABCD, de
dos pies de lado).
-
ESCLAVO (E): Sí.
- S: ¿Luego
un cuadrado es una figura que tiene iguales todas las líneas, que son cuatro?
- E: Desde
luego.
- S: ¿No
tiene también iguales éstas, las trazadas por medio? (se refiere a las
mediatrices NO y PQ).
- E: Sí.
- S: ¿No
puede un espacio así ser mayor y menor?
- E: Desde
luego.
- S: De
modo que si este lado es de dos pies y éste de dos, ¿de cuántos pies será el
todo? Pero plantéalo de la siguiente manera: si fuera por aquí de dos pies,
pero por aquí de un pie sólo, ¿no sería de una vez dos pies la superficie?
- E: Sí.
- S: Pero
puesto que es de dos pies también por aquí, ¿no resulta de dos veces dos?
- E: Sí.
- S: ¿Luego
resulta de dos veces dos pies?
- E: Sí.
- S: ¿Y
cuántos son dos veces dos pies? Haz la cuenta y dímelo.
- E: Cuatro,
Sócrates.
- S: ¿Y
no puede haber otra figura doble que ésta, pero del mismo tipo, con todas las
líneas iguales, cómo ésta?
- E: Sí.
- S: ¿Y
de cuántos pies será?
- E: De
ocho.
- S: Vamos
a ver, trata de decirme cómo será de larga cada una de sus líneas. Porque las
del primero tienen dos pies, ¿pero y las de ese que es el doble?
- E: Es
claro, Sócrates, que serán dobles.
- S: ¿Ves,
Menón, cómo yo no le enseño nada, sino que se lo pregunto todo? Y ahora éste
cree saber cómo es el lado del cual resultará el área de ocho pies; ¿o no estás
conforme?
- M: Sí
- S: ¿Pero
lo sabe?
- M: Nada
de eso.
- S: ¿Y
él cree que es del lado doble?
- M: Sí.
- S: Pues
observa cómo recuerda él a continuación como hay que recordar. Y tú dime: ¿de
la línea doble afirmas tú que se engendra la figura doble? Me refiero a una
figura que sea no larga por aquí y corta por ahí, sino que tiene que ser igual
por todas partes, como ésta, pero el doble que ésta, de ocho pies; y fíjate en
si todavía te parece que resultará de un lado doble.
- E: Sí
me parece.
- S: ¿No
resulta este lado doble que éste si le añadimos otro igual? (Sócrates
añade al lado BC su igual CE).
- E: Desde
luego.
- S: ¿Y
de este lado, afirmas tú, resultará la figura de ocho pies si hay cuatro
iguales?
- E: Sí.
- S: Tracemos,
pues, cuatro iguales a él (BE, EF, FG y GB). ¿No resultará
precisamente lo que tú afirmas que es el cuadrado de ocho pies?
- E: Desde
luego.
- S: Ahora
bien, ¿no hay en él estos cuatro (ABCD, DCEH, IDHF, GADI), cada uno de los
cuales es igual a éste (ABCD), al de cuatro pies?
- E: Sí.
- S: ¿De
qué tamaño resulta entonces? ¿No es cuatro veces mayor?
- E: ¿Cómo
no?
- S: ¿Y
es doble lo que es cuatro veces mayor?
- E: No,
por Zeus.
- S: ¿Sino
qué es?
- E: Cuádruple.
- S: Luego
del lado doble, muchacho, resulta una figura no doble, sino cuádruple.
- E: Es
verdad.
- S: Porque
el de cuatro veces cuatro es de dieciséis, ¿no?
- E: Sí.
- S: ¿Pero
el cuadrado de ocho pies de qué línea resulta? ¿De ésta (BE) no
resulta cuádruple?
- E: Eso
digo.
- S: ¿Y
su cuarta parte, de la mitad, de ésta (BC), éste (ABCD, que es la
cuarta parte de GBEF, mientras que su lado BC es la mitad de BE)?
- E: Sí.
- S: Bien;
pero el de ocho pies, ¿no es el doble que éste y la mitad de ése?
- E: Sí.
- S: ¿No
resultará de una línea mayor que ésta y menor que ésa? ¿O no?
- E: A
mi me parece que sí.
- S: Muy
bien; porque lo que a ti te parece es lo que tienes que contestar. Y dime: ¿no
era de dos pies este lado y de cuatro el otro?
- E: Sí.
- S: Luego
es necesario que la línea del cuadrado de ocho pies sea mayor que ésta, que la
de dos pies, y menos que la de cuatro pies.
- E: Es
necesario.
- S: Trata,
pues, de decir cómo es de larga, según tú.
- E: De
tres pies.
- S: Así,
si ha de tener tres pies, ¿no añadiremos la mitad de ésta y tendrá tres pies?
Porque esto (BC) son dos pies y esto (CJ) uno; y por aquí,
igual, dos esto (JL) y esto (LK) uno; y resulta la figura
que tú dices (MBJK).
- E: Sí.
- S: Así.,
sí tienes tres por aquí y tres por aquí, ¿la figura entera no resulta de tres
veces tres pies?
- E: Evidentemente.
- S: Pero
tres veces tres ¿cuántos pies son?
- E: Nueve.
- S: Pero
el cuadrado doble, ¿de cuántos pies tenía que ser?
- E: De
ocho.
- S: Luego
del lado de tres pies no resulta tampoco la figura de ocho.
- E: Desde
luego que no.
- S: ¿Sino
de cuál? Trata de decírnoslo con exactitud; y si no quieres hacer números,
muestra al menos de cuál.
- E: Pues,
por Zeus, Sócrates, que yo no lo sé.
- S: ¿Te
das cuenta otra vez, Menón, de por dónde va ya éste en el camino de la
reminiscencia? Porque al principio no sabía, desde luego, cuál es la línea de
la figura de ocho pies, como tampoco ahora lo sabe todavía, pero, en cambio,
creía entonces saberlo y contestaba con la seguridad del que sabe, pensando no
tener dificultad; mientras que ahora piensa que está ya en la dificultad, y,
del mismo modo que no lo sabe, tampoco cree saberlo.
- M: Es
verdad.
- S: ¿No
es, pues, ahora mejor su situación respecto del asunto que no sabía?
- M: También
me parece.
- S: Entonces,
al hacerle tropezar con la dificultad y entorpecerse como el torpedo, ¿le hemos
causado algún perjuicio?
- M: Me
parece que no.
- S: Un
beneficio es lo que le hemos hecho, sin duda, en orden a descubrir la realidad.
Porque ahora hasta investigará con gusto, no sabiendo, mientras que entonces
fácilmente hubiera creído, incluso delante de mucha gente y muchas veces,
que estaba en lo cierto al decir acerca de la figura doble que debe tener la línea
doble en longitud.
- M: Sin
duda.
- S: ¿Crees,
pues, que él hubiera intentado investigar o aprender lo que creía saber sin
saberlo, antes de caer en la perplejidad, convencido de que no lo sabía, y de
sentir el deseo de saberlo?
- M: Me
parece que no, Sócrates.
- S: ¿Ha
ganado entonces con entorpecerse?
- M: Me
parece.
- S: Fíjate,
pues, en lo que desde ese estado de perplejidad va a encontrar también
investigando conmigo, sin que yo haga otra cosa que preguntar, y no enseñar: y
vigila tú a ver si me coges enseñándole y explicándole en vez de interrogarle
sobre sus ideas. Dime ahora tú: ¿no tenemos aquí el cuadrado de cuatro pies (ABCD)?
¿Comprendes?
- E: Sí.
- S: ¿Podemos
añadirle este otro igual (DCEH)?
- E: Sí.
- S: ¿Y
este tercero (DHFI), igual a cada uno de ésos?
- E: Sí.
- S: ¿Y
no podemos completar además éste del ángulo (GADI)?
- E: Desde
luego.
- S: ¿No
resultarán entonces estas cuatro figuras iguales (los cuatro cuadrados que
se acaban de señalar)?
- E: Sí.
- S: ¿Y
qué? Este conjunto (BEFG), ¿cuántas veces es mayor que éste (ABCD)?
- E: Cuatro
veces.
- S: Pero
lo que queríamos es que fuera doble; ¿o no te acuerdas?
- E: Desde
luego.
- S: Ahora
bien, esta línea que va de ángulo a ángulo (CA), ¿no corta en dos cada una
de estas figuras?
- E: Sí.
- S: ¿Y
no son cuatro estas líneas iguales (CA, CH, HI e IA) que delimitan
esta figura (ACHI)?
- E: Sí
que lo son.
- S: Fíjate
ahora: ¿qué tamaño tiene esta figura?
- E: No
sé.
- S: Siendo
cuatro éstas (los cuatro cuadrados de cuatro pies de área cada uno), la
mitad de cada una ¿no la ha separado hacia dentro cada línea? (CA, CH, HI
e IA) ¿O no?
- E: Sí.
- S: ¿Cuántas,
pues, de tales mitades hay en ésta (ACHI)?
- E: Cuatro.
- S: ¿Y
cuántas en ésa (ABCD)?
- E: Dos.
- S: ¿Pero
cuatro que es de dos?
- E: El
doble.
- S: De
modo que éste (el cuadrado ACHI) ¿cuántos pies tiene?
- E: Ocho.
- S: ¿De
qué línea?
- E: De
ésta (AC).
- S: ¿De
la que va de ángulo a ángulo del cuadrado de cuatro pies?
- E: Sí.
- S: Pues
a ésta la llaman diagonal los profesores; de manera que si su nombre
es diagonal, de la diagonal se engendrará, según afirmas tú, esclavo de Menón,
el cuadrado doble.
- E: Desde
luego que sí, Sócrates.
- S: ¿Qué
te parece, Menón? ¿Ha contestado éste algo que no fuera idea suya?
- M: No,
sino las propias.
- S: Y,
sin embargo, él no sabía, según afirmamos poco antes.
- M: Es
verdad.
- S: Pero
estaban, desde luego, en él estas ideas; ¿o no?
- M: Sí.
- S: ¿Luego
en el que no sabe, sean cualesquiera las cosas que no sepa, hay ideas verdaderas
acerca de esas cosas que no sabe?
- M: Evidentemente.
- S: Y
ahora en él sólo como un sueño acaban de levantarse esas ideas; pero si se le
sigue preguntando repetidamente esas mismas cosas y de diversas maneras, tú
sabes que acabará teniendo sobre ellas conocimientos tan exactos como
cualquiera.
- M: Sin
duda.
- S: ¿No
llegará entonces a la ciencia sin que nadie le enseñe sino preguntándole sólo,
y sacando él la ciencia de sí mismo?
- M: Sí.
- S: ¿Pero
sacar uno la ciencia de uno mismo no es recordar?
- M: Desde
luego.
- S: Y
la ciencia que éste tiene ahora, ¿no es cierto que o la adquirido alguna vez o
siempre la tuvo?
- M: Sí.
- S: Ahora
bien, si la tuvo siempre, también siempre ha sido sabio; y si la ha adquirido
alguna vez lo será, desde luego, en la vida actual donde la haya adquirido. ¿O
le ha enseñado alguien geometría? Porque éste hará lo mismo con toda la
geometría y con todas las demás ramas del saber. ¿Hay, pues, alguien que se lo
ha enseñado todo? Tú, desde luego, debes saberlo, sobre todo porque en tu casa
ha nacido y se ha criado.
- M: Y
sé muy bien que nadie se lo ha enseñado nunca.
- S: ¿Pero
tiene esas ideas, o no?
- M: Necesariamente,
Sócrates, es evidente.
- S: Pero
si no las ha adquirido en la vida actual, ¿no es ya claro que en algún otro
tiempo las tenía y se las había aprendido?
Actividad:
Al aire
libre nos reunimos todos los alumnos, llevamos algunas prendas que podrían ayudarnos
para realizar la representación de una forma más creativa para poder
comprenderla. Tres de nuestros compañeros por su propia voluntad decidieron
representar dicha escena, mediante la actuación y la comprensión cada uno comenzó
a entender el fragmento que Platón tenía un dialogo con un esclavo para poder
saber su conocimiento.
Reflexión:
Aprendimos
acerca de las razones y el a prendimiento de Platón, así analizando uno de sus
fragmentos, con un esclavo de Menón preguntándole así si contaba con un
conocimiento adecuado.
Sòcrates
Sòcrates
Reflexión:
Aprendimos a identificar lo que se le acusaba a Sócrates y
como él asumió su responsabilidad, siempre quedando en claro que su enseñanza
no era inadecuada.
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